sábado, 20 de octubre de 2012

Me toca exponer... ¡Qué vergüenza!


¿Quién no ha dicho alguna vez esta frase durante su etapa en el instituto o incluso en la Universidad? Yo misma la dije, ya que formé, y algunas veces sigo formando, parte de ese colectivo de alumnos que siente vergüenza y a veces hasta pavor cuando tiene que expresarse en público durante una clase.

Me atrevo a decir que si preguntásemos a distintos adolescentes españoles, la gran mayoría diría que no le gusta hablar en público y que desconoce las técnicas sobre cómo exponer correctamente delante de un grupo de personas. Esto pone de manifiesto que, precisamente, ésta es una de las grandes carencias del sistema educativo español: la falta de oratoria en las aulas.  


Desde mi propia experiencia, he comprobado que en la enseñanza obligatoria (primaria y secundaria),  los alumnos se expresan bastante poco en público, pues es escaso el número de exposiciones orales o debates públicos que tienen lugar en estas etapas, y menos aún se dedica alguna clase a prepararlos para ello. Si esta disciplina se practicara más a menudo, no sería visto por los alumnos como algo excepcional y no generaría ese nerviosismo que se siente por hacer algo que no es “lo habitual”.

 Creo que se debería prestar más atención a la oratoria durante nuestra etapa escolar, pues supone, no sólo el aprendizaje de una disciplina bastante útil para nuestro futuro tanto educativo como laboral, sino que también supone el desarrollo de una personalidad más extrovertida y alejada de muchos prejuicios como ese miedo a hacer el ridículo que todos tenemos.

La falta de oratoria en las aulas también tiene sus consecuencias, ya que, el miedo escénico que muchos alumnos tienen les impide poder aprender mucho más de lo que deberían. Este problema se hace aún más evidente en el aprendizaje de una segunda lengua. Muchos alumnos evitan expresarse y hablar en el idioma que están estudiando porque les da vergüenza  y se sienten ridículos al hablarlo delante de sus compañeros. Ese miedo hace que no aprendan bien las destrezas orales del idioma y por lo tanto, evita que mejoren en él más de lo que podrían hacer.

Si desde pequeños empezáramos a exponer y argumentar nuestras ideas en público, tal y como se lleva haciendo desde hace años en países como Estados Unidos o Francia, en la adolescencia esto se vería como algo natural y los alumnos saldrían del instituto con unas habilidades comunicativas perfectamente desarrolladas para así afrontar mejor su nueva vida laboral o universitaria.

 Para que todo esto se lleve a cabo, sería necesario que se fomentaran las exposiciones orales y los debates públicos en las aulas. Por supuesto, esto tendría que ir acompañado de la enseñanza de algunas pautas sobre técnicas y trucos a la hora de expresarse en público. Pero de esto ya trataremos en la siguiente entrada.


“Enseñar es aprender dos veces” (Joseph Joubert)

viernes, 19 de octubre de 2012

El comienzo...


Quería daros la bienvenida a mi nuevo blog educativo.  He creado este espacio para poder contaros mis reflexiones, dudas y opiniones sobre distintos temas que conciernen a la educación. Actualmente estoy estudiando el Máster de Formación del Profesorado para así aprender y poder formar parte de esta gran profesión, por lo que espero que este blog sirva para compartir con vosotros ese cambio que se experimenta al pasar de alumno a profesor.

Espero que disfrutéis con él, así que ahora… ¡COMENZAMOS!


"Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida." (Pitágoras)